Leyendo foros y blogs se puede llegar a la conclusión errónea de que el BDSM consiste solamente en la dominación/sumisión (D/s). Nada más lejos de la realidad: las mismas siglas (que denotan las palabras Bondage, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo) revelan que se trata de un gran abanico de prácticas y estilos de vida. A menudo estas cosas se practican combinadas, pero no siempre es así y de hecho mucha gente se dedica exclusivamente a una o dos de estas facetas con exclusión de las demás. En particular, se suele dar el peligroso error de asumir que una persona es sumisa porque se deja atar, dar azotes, o porque viste de una determinada manera. Esto es una fuente de malentendidos, faltas de etiqueta o incluso maltratos. En español la cosas se complica porque sólo se emplean las palabras “dominante” y “sumisa” para definir roles, cuando estas palabras sólo se deberían emplear en el contexto de una relación D/s. En inglés existen los términos “top” (el que está “encima” y toma un papel activo) y “bottom” (el que está “debajo” y toma un papel pasivo), que se pueden aplicar a prácticas que están fuera del D/s, como el bondage o el sadomasoquismo puro. El erotismo languidece en la uniformidad y la rigidez de la reglas, lo suyo es la creatividad y la variedad. Porque el erotismo no es sólo sexo, es la expresión de emociones y vivencias que surgen del ser humano en toda su complejidad. Por eso he querido elaborar aquí una breve lista de las formas más corrientes que se dan dentro del amplio marco del BDSM. No me refiero aquí a actos concretos, sino a estilos de juego y de vida, cada uno con su propio lenguaje y sus propias normas. Como la lista es larga, explicaré en qué consiste cada cosa en sólo un par de frases, reservando una explicación más elaborada para artículos futuros.
Dominación-sumisión - La persona sumisa acepta seguir las órdenes de la persona dominante, ponerse a su servicio y ser disciplinada por sus infracciones. Sadomasoquismo - El sadomasoquismo (SM) se puede practicar en una forma pura, independiente de la dominación-sumisión (D/s). Se busca simplemente el dolor erótico, quizás con algún elemento de humillación o de disciplina. Bondage - La atadura (bondage) se puede realizar como un fin en sí misma, sin elementos de D/s o SM, sino por su valor erótico y estético. Esto es particularmente cierto en el caso del “shibaru”, un estilo de bondage de origen japonés que es un auténtico arte. Fetichismos - Se atribuye un especial valor erótico a determinadas prendas de vestir (lencería, zapatos, botas, uniformes escolares, corsés, arneses, etc.), los materiales con que están hechas (cuero, PVC, goma…), partes del cuerpo (pies, culo), objetos o actos. Exhibicionismo y voyerismo - El exhibicionismo consiste en exponer el propio cuerpo para que los demás lo admiren. No suele tratarse del estereotipo del hombre que abre la gabardina, sino que en realidad se da más en mujeres que en hombres, como lo evidencia la gran colección de fotos y vídeos eróticos de fabricación casera que se encuentran hoy en día en internet. El voyerismo es el disfrutar viendo a otras personas desnudas o haciendo actos eróticos.
Secuestro - Se trata de juegos de rol en los que la “víctima” es doblegada a la fuerza, atada, secuestrada y sometida a una serie de vejaciones que pueden llegar a la violación (¡fingida!). Al contrario que la D/s, donde la sumisión es voluntaria, en estos juegos se trata de vencer la resistencia de la víctima. En estos casos se habla de “no consentimiento consentido”, ya que el juego consiste en representar actos no consensuales (asalto, secuestro e incluso violación) pero a los cuales se ha dado consentimiento previo.
Disciplina doméstica - Se trata de una forma de D/s que enfatiza la pareja monógama tradicional, en la que una de las personas asume el papel de “cabeza de familia” (en inglés, “head of household”) y la otra la de “tomada en manos” (en inglés, “taken in hands”). Se establecen una serie de reglas a seguir en la casa y cuando la “tomada en manos” no las cumple es castigada, normalmente con una severa azotaina en el culo.
Disciplina doméstica cristiana (“Christian Domestic Discipline”, CDD) - Ésta es una variedad de disciplina doméstica practicada por cristianos fundamentalistas de EE.UU. con ideas extremas en temas sociales y políticos. Se condena de forma tajante la homosexualidad y el feminismo. El cabeza de familia es siempre el hombre, ya que se cree que la Biblia establece que la esposa debe obedecer al marido y que éste tiene derecho a castigarla físicamente. Papá / niña (“Daddy / babygirl”) - Relación D/s en la que el dominante adopta el rol de padre y la sumisa el de niña. El “papá” se encarga de dirigir, educar y aconsejar a su “niña” en múltiples aspectos de su vida. Aunque existen relaciones sexuales, se practican como adultos; esto no tiene nada que ver con el abuso sexual de menores.
Pequeñitos (“Littles”) - Juego de rol en el que un adulto pretende volver a la infancia, para disfrutar de juegos de niños, abrazar a osos de peluche, ponerse pijamas de cuerpo entero y otras prendas infantiles. Otra persona adopta el papel de padre o de madre. No se dan azotes o demás castigos y no suele haber relación sexual.
Tutela - Relación D/s en la que el dominante ejerce su poder sobre la sumisa como guía, maestro o mentor, con el objetivo de educarla, aconsejarla e imponerle una disciplina en su vida. Roles de animales - Juego de rol en el que uno de los participantes es tratado como un animal y el otro participante lo cuida y lo doma. Los más frecuentes son los, papeles de caballo (“pony-girl” o “pony-boy”) o de perro. Objetificación - Personas que aceptan servir como muebles, desnudos, atados o con ropa fetichista. No pretendo que esta sea una lista exhaustiva; seguro que me he olvidado de alguna práctica importante. Tampoco he seguido un orden preestablecido. Sólo quiero dar una idea de lo sumamente complejo que es el mundo BDSM y presentar algunas formas del mismo desconocidas para muchos. Siempre que se respeten las normas básicas de “seguro, sensato y consensual”, cada subcultura y estilo de vida debe ser respetado. Aunque algunas de estas formas no nos vaya personalmente, siempre es posible aprender algo de ellas.
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